¿Qué me duele?2021-01-20T11:06:01+00:00

Patologías por anatomía

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La patología de cadera es muy frecuente hoy en día y se puede presentar a cualquier edad

¿Por qué me duele la cadera?

Normalmente el dolor se localiza en la región de la cadera en una  zona que abarca la ingle y la región lateral del muslo, el cual el paciente lo señala con la mano en forma de C, aunque en ocasiones se puede reflejar en el muslo y también en la rodilla. El dolor en la cadera puede ser causado por problemas en los huesos o el cartílago de la articulación:

  • Las fracturas de cadera: pueden causar dolor repentino y agudo en la cadera. Estas lesiones pueden ser graves y provocar grandes problemas.
  • Las fracturas de cadera: son más comunes a medida que las personas envejecen porque las caídas son más probables y los huesos se vuelven más débiles.
  • Infección en los huesos o articulaciones.
  • Osteonecrosis de cadera (necrosis como resultado de la falta de suministro de sangre al hueso).
  • Artritis: se siente a menudo en la parte delantera del muslo o en la ingle.
  • Desgarro en el labrum de la cadera.
  • Pinzamiento femoroacetabular: es un crecimiento anormal del hueso en la articulación de la cadera y es  precursor de la artritis de cadera. Puede causar dolor con el movimiento o al hacer ejercicio y se presenta en gente joven.

El dolor en o alrededor de la cadera también puede ser causado por problemas como:

  • Bursitis: dolor en la zona lateral que se produce al levantarse de una silla, caminar, subir escaleras y conducir.
  • Distensión de los músculos isquiotibiales.
  • Síndrome del tracto iliotibial.
  • Distensión muscular del flexor de la cadera.
  • Síndrome de pinzamiento de la cadera.
  • Distensión muscular de la ingle.
  • Síndrome de cadera en resorte.

En ocasiones el dolor que se siente en la cadera puede reflejar un problema en la espalda, más que en la cadera en sí.

En primer lugar dependerá de si se ha producido tras una caída o de si se trata de una lesión que ha aparecido de forma progresiva.

En las lesiones traumáticas más incapacitantes hay que realizar, una radiografía y en muchas ocasiones muy recomendable una resonancia magnética nuclear para descartar fracturas de hueso, luxaciones, lesiones de tendones, o lesiones concretas de la propia articulación.

Si el dolor ha aparecido progresivamente, pero no es muy limitante, el simple hecho de bajar el ritmo, los antiinflamatorios no esteroideos y ejercicios suaves de movilidad y fuerza pueden ser suficiente. .En el caso de que con los ejercicios o analgésicos no sea suficiente es necesario que el paciente acuda a nuestra consulta para realizar una correcta valoración de su problema y con un diagnóstico concreto se decida el tratamiento preciso.

Las infiltraciones pueden ser muy eficaces en los casos más leves de inflamación articular y sobre todo en dolores laterales de cadera relacionados con un proceso inflamatorio de trocanteritis, pero no lo son tanto cuando hay sospecha de la rotura tendinosa a nivel gluteo o de lesiones especificas del labrun, en cuyo caso la solución será una intervención quirúrgica.

Hay que tener de nuevo muy presente que las causas de dolor de cadera son muchas y que algunas de ellas no son fáciles de identificar. La consulta, el análisis de su caso, el diagnóstico y las recomendaciones sobre el tratamiento son fundamentales y es exactamente lo que ofrecemos en nuestra unidad.

El dolor de cadera es muy frecuente y la artrosis es una de las principales causas en determinadas edades, en cambio, en los más jóvenes predominan las lesiones traumáticas o problemas relacionados con un posible choque femoroacetabular o lesion del labrun

La artrosis no solo afecta a las personas mayores ya que no se debe únicamente al envejecimiento de la cadera. También puede estar causada por un desgaste de los tejidos articulares producida por una mala práctica deportiva, traumatismo repetidos, y otros malos hábitos

Se recomienda el uso de un calzado cómodo, ajustado, con un poco de tacón y con suela bien amortiguada.

El ejercicio es el único factor que ha demostrado ralentizar la progresión de la artrosis de cadera, debe ser moderado, con una cierta rutina y no excesivamente agresivo por impacto para las articulaciones (correr no es malo pero de forma moderada).

Siempre es recomendable controlar el peso ya que el sobrepeso es un factor de riesgo muy importante para padecer problemas de cadera.

La vida sedentaria no es nada recomendable y la actividad física habitual evita el avance de las lesiones y mejora el rendimiento de la articulación. Permanecer sentado durante muchas horas al día pasa factura a la cadera ya que, al estar constantemente en posición de flexion, los músculos están siempre acortados y la falta de movilidad articular hace que estén menos lubricadas.

El trabajo que desempeñan muchas personas les obliga permanecer sentadas durante largas horas. Se recomienda levantarse en algún momento para realizar estiramientos e interrumpir esa mala postura.

Por supuesto, también se recomienda la práctica de actividad física durante el tiempo libre. El deporte no tiene por qué ser de alta intensidad y una buena caminata puede constituir un ejercicio inmejorable.

La práctica de deportes de alta intensidad o de impacto también resulta beneficiosa, siempre y cuando se acompañe de un buen entrenamiento para evitar, entre otras cosas, el dolor de rodillas.

Los signos de alarma por los cuales es recomendable que solicite cita en nuestra unidad son los siguientes:

Si eres de los que en el avión y en el cine siempre quieres pasillo porque no aguantas mucho tiempo en la misma posición.

Si sufres un dolor que empeora con el reposo.

Si notas un dolor en cadera cada vez que te incorporas y comienzas a caminar.

Si el dolor no se puede controlar con los tratamientos habituales.

Patologías:

Se trata de un problema muy frecuente de dolor en cadera sobre todo en personas jóvenes y de mediana edad.

Produce un dolor importante que reduce de forma considerable la actividad en estos pacientes y produce una limitación funcional y un malestar importante.

Se caracteriza por la presencia de dolor y limitación funcional de la cadera debido a un impacto, generalmente repetitivo, entre la unión cabeza-cuello del fémur y el reborde del acetábulo de la pelvis al realizar movimientos como la rotación o la flexión.

Ocurre de forma espontánea y no existe en muchas ocasiones traumatismo previo. Se debe realizar un análisis exhaustivo del paciente con una exploración física que nos oriente hacia esta patología, confirmando la sospecha diagnóstica mediante pruebas complementarias como la radiografía de pelvis y la resonancia magnética (RM) que en estos casos se realiza con contraste articular. El tratamiento, en general, es quirúrgico. Se realiza una artroscopia de cadera.

Es de gran importancia realizar un diagnóstico temprano ya que es una causa de artrosis precoz en el adulto joven.

>VER nuestra técnica en Artroscopia de cadera

Se trata de un  tejido blando cartilaginoso que está rodeando el acetábulo, el cual recibe o contacta con la cabeza femoral y aporta estabilidad y reduce la fricción en el juego de la cadera. La lesión se produce en gente joven que realiza deportes de contacto o con movimientos bruscos de sus piernas, o como consecuencia de un traumatismo. En muchas ocasiones  se asocia con el choque femoroacetabular.  Su diagnóstico se confirma por medio de una prueba de imagen específica que es la artroRM y el tratamiento es quirúrgico con una reparación del labrum por medio de una artroscopia de cadera.

>VER nuestra técnica en Artroscopia de cadera reparación del Labrum

También conocida comúnmente como trocanteritis, se trata de un dolor en la región lateral de la cadera producido por la inflamación de la bursa. La bursa es una bolsa gelatinosa que se encuentra en nuestras articulaciones que protege los músculos y tendones de las protuberancias óseas, actuando como almohadilla para reducir la fricción.

Las causas son múltiples, traumatismos, exceso de actividad, obesidad, problemas de columna, pero en muchas ocasiones no existe una causa concreta. Se trata de un dolor muy incapacitante,ya que no solo se produce en situaciones de actividad, sino también en reposo, sobre todo al dormir sobre la cadera dolorosa. El diagnóstico es sobre todo clínico pero en algunos casos nos obliga a realizar una RM: el tratamiento se basa en antinflamatorios orales, cremas locales, infiltraciones, RHB, ejercicios físicos y estiramientos, y en casos refractarios que no responden a todo lo anterior, realizamos una artroscopia de cadera como solución final.

>VER nuestra técnica en Artroscopia de cadera Bursitis trocanteritis

Se trata de problemas degenerativos en la cadera que normalmente se producen a partir de cierta edad aunque se puede dar casos en edad mas temprana en gente joven. Produce un dolor incapacitante al inicio de los movimientos, durante la marcha o incluso en reposo. Se produce por un deterioro degenerativo a nivel articular con afectación del cartílago o hueso. Finalmente se produce la destrucción articular.

Es frecuente que en casos ya avanzados se pueda reducir o perder la movilidad articular. Existen tratamientos paliativos que mejoran los síntomas y retrasan la necesidad de realizar tratamiento quirúrgico como la aplicación de infiltraciones, ácido hialurónico intraarticular, plasma rico en factores de crecimiento o células madre. Pero la solución final y definitiva es el recambio articular por una prótesis total de cadera. Hoy en día existen múltiples modelos de prótesis que se adaptan a la características de cada paciente.

>VER nuestra técnica de prótesis total de cadera

Se trata de una de las lesiones más habituales en la práctica de nuestra actividad, las lesiones que se pueden producir en rodilla son muchas y se presentan a cualquier edad

¿Por qué me duele la rodilla?

En gente joven o deportivamente activa es frecuente que se produzcan lesiones como tendinitis alrededor de la rodilla, lesiones de ligamentos, meniscos o lesiones traumáticas del cartílago articular, mientras que en gente de edad más avanzada las lesiones más habituales se producen por trastornos degenerativos o desgaste del cartílago articular. Pueden interferir con muchas actividades, desde la práctica deportiva hasta poder levantarse de una silla y caminar. Pueden tener un gran impacto en la vida de la gente. Las lesiones en los ligamentos y tendones también causan problemas en la rodilla. Una lesión común se produce en el ligamento cruzado anterior (LCA). Estas lesiones frecuentemente suelen ocurrir por un movimiento de torsión repentino. Las lesiones del LCA y otras son lesiones deportivas comunes.

El tratamiento de los problemas en rodilla depende de la causa. Es posible que en muchos casos el cuadro se solucione con un tratamiento conservador correcto: rehabilitación, ejercicios, infiltraciones, la realización de unas plantillas pero en otras muchas ocasiones el tratamiento será quirúrgico. En la mayoría de los casos es posible realizar tratamientos mínimamente invasivos por medio de la artroscopia, abarcando muchas técnicas que realizamos en nuestro servicio, pero en ocasiones debemos realizar cirugía abierta de rodilla- reemplazo articular- prótesis de rodilla, hoy en día ayudada por avances tecnológicos importantes como es la navegación.

Las lesiones que se producen en la rodilla dependen del mecanismo de lesión:

  • Esguince: en este tipo de lesión, uno o varios ligamentos de la rodilla han sufrido un excesivo estiramiento, debido a una tracción o retorcimiento.
  • Distensión: un músculo o un tendón han sufrido demasiado estiramiento.
  • Lesiones de los meniscos: son estructuras cartilaginosas blandas que tienen forma de medialuna y actúan como amortiguadores de la articulación.
  • Rotura de ligamentos: es una lesión habitual en deportistas profesionales, especialmente en los deportes donde hay que correr, parar, saltar y cambiar de dirección con frecuencia, como por ejemplo en el fútbol.

Y en la mayoría de casos los síntomas que presenta el paciente son:

  • Dolor
  • Hinchazón.
  • Inestabilidad en la articulación: la rodilla puede ceder o quedar bloqueada

En primer lugar dependerá de si se ha producido tras una caída o de si se trata de una lesión que ha aparecido de forma progresiva.

En las lesiones traumáticas más incapacitantes hay que realizar, una radiografía y en muchas ocasiones muy recomendable una resonancia magnética nuclear para descartar fracturas de hueso, luxaciones, lesiones de tendones, ligamentos o del cartílago entre otras.

Si el dolor ha aparecido progresivamente, pero no es muy limitante, el simple hecho de bajar el ritmo, los antiinflamatorios no esteroideos y ejercicios suaves de movilidad y fuerza pueden ser suficiente. .En el caso de que con los ejercicios o analgésicos no sea suficiente es necesario que el paciente acuda a nuestra consulta para realizar una correcta valoración de su problema y con un diagnóstico concreto se decida el tratamiento preciso. En ocasiones el paciente será derivado a rehabilitación y/o fisioterapia que puede ser de gran ayuda en casos determinados.

Las infiltraciones pueden ser muy eficaces en los casos más leves de inflamación articular, pero no lo son tanto cuando hay sospecha de la rotura meniscal o de algún ligamento, en cuyo caso la solución será una intervención quirúrgica.

Hay que tener de nuevo muy presente que las causas de dolor de rodilla son muchas y que algunas de ellas no son fáciles de identificar. La consulta, el análisis de su caso, el diagnóstico y las recomendaciones sobre el tratamiento son fundamentales y es exactamente lo que ofrecemos en nuestra unidad.

El dolor de rodilla es uno de los más frecuentes y la artrosis es una de las principales causas en determinadas edades, en cambio, en los más jóvenes predominan las lesiones traumáticas.

La artrosis no solo afecta a las personas mayores ya que no se debe únicamente al envejecimiento de la rodilla. También puede estar causada por un desgaste de los tejidos articulares producida por una mala práctica deportiva, traumatismo repetidos, y otros malos hábitos

Se recomienda el uso de un calzado cómodo, ajustado, con un poco de tacón y con suela bien amortiguada.

El ejercicio es el único factor que ha demostrado ralentizar la progresión de la artrosis de rodilla, debe ser moderado, con una cierta rutina y no excesivamente agresivo por impacto para las articulaciones (correr no es malo pero de forma moderada).

Otra medida útil para paliar el dolor agudo es la aplicación de frío que es efectivo, pero durante un tiempo muy limitado. El empleo de frío cuando la rodilla está inflamada después de una larga caminata por la montaña o tras un partido es recomendable y se aconseja utilizar hielo, pero nunca en contacto directo con la piel.

Se recomienda siempre evitar el sobrepeso para el cuidado de tus rodillas.

La vida sedentaria no es nada recomendable y la actividad física habitual evita el avance de las lesiones y mejora el rendimiento de la articulación. Permanecer sentado durante muchas horas al día pasa factura a las rodillas, ya que, al estar constantemente dobladas, los músculos están siempre acortados y la falta de movilidad articular hace que estén menos lubricadas.

El trabajo que desempeñan muchas personas les obliga permanecer sentadas durante largas horas. Se recomienda levantarse en algún momento para realizar estiramientos e interrumpir esa mala postura.

Por supuesto, también se recomienda la práctica de actividad física durante el tiempo libre. El deporte no tiene por qué ser de alta intensidad y una buena caminata puede constituir un ejercicio inmejorable.

La práctica de deportes de alta intensidad o de impacto también resulta beneficiosa, siempre y cuando se acompañe de un buen entrenamiento para evitar, entre otras cosas, el dolor de rodillas.

Los signos de alarma por los cuales es recomendable que solicite cita en nuestra unidad son los siguientes:

Si eres de los que en el avión y en el cine siempre quieres pasillo porque no aguantas mucho tiempo en la misma posición.

Si sufres un dolor que empeora con el reposo.

Si la rodilla está muy hinchada.

Si el dolor no se puede controlar con los tratamientos habituales.

Patologías:

Los meniscos son estructuras fibrocartilaginosas con forma de C, localizados entre los dos huesos de la rodilla, el fémur y la tibia. Hay un menisco interno o medial y otro externo o lateral. Dentro de sus funciones destacan la de amortiguar el peso a modo de cojín y proveer de estabilidad a la rodilla.

Es una de las lesiones más frecuentes de rodilla. Se producen con frecuencia en deportes de contacto o tras movimientos o giros bruscos de rodilla pero aun así puede presentarse en cualquier momento de la vida pudiendo producirse con mecanismos de muy baja energía en los pacientes de mayor edad.

Las personas más jóvenes suelen lesionarse los meniscos durante la práctica deportiva. Mostramos algunas de las principales causas que pueden llevar a la lesión.

  • Un cambio repentino de dirección (giro).
  • Una posición de cuclillas o flexión forzada.
  • Una caída incorrecta tras un salto.
  • Menos frecuentemente, por un golpe directo.

Las personas de más edad suelen padecer roturas degenerativas. Éstas se generan tras pequeños malos gestos sobre un menisco previamente desgastado o simplemente por el uso de la rodilla a través de los años.

Además de dolor en rodilla que se acentúa con los movimientos y la inflamación local que en ocasiones genera es frecuente que en algunos casos se produzcan bloqueos de rodilla, es decir, el paciente nota que la rodilla se le atasca.

El diagnostico se basa en la exploración de la rodilla y en la realización de una resonancia magnética.

El tratamiento debe ser individualizado y dependerá de muchos factores, en algunos casos es viable el tratamiento conservador sin operar con la realización de ejercicios específicos y aplicación de tratamientos específicos, pero en muchas ocasiones y con el fin de poder realizar una vida activa y deporte es conveniente la intervención quirúrgica. La cirugía se realiza por medio de una artroscopia y dependerá del tipo de lesión, optando por la mejor técnica en cada caso, dependiendo de la zona de rotura y el perfil del paciente. En todos los casos el objetivo es respetar e intentar resecar la menor cantidad de menisco dañado, evitando la artrosis de rodilla en un futuro.

>VER nuestra técnica en Artroscopia de rodilla Meniscopatia

Los ligamentos son los principales estabilizadores de la articulación y se encuentran a ambos lados (ligamentos laterales) y en el centro de la rodilla (ligamentos cruzados). Estos últimos son los que se lesionan con más frecuencia y en muchos casos se requiere su reparación por medio de cirugía.

Son lesiones, en muchas ocasiones relacionadas con el deporte y las principales causas de lesión son: un cambio repentino de dirección (giro), una caída incorrecta tras un salto o con  menor frecuencia un golpe directo.

Su principal característica es la inestabilidad de rodilla además del dolor y la inflamación el paciente nota que la rodilla no le sujeta con normalidad y se siente inestable.

El diagnostico se basa en la exploración de la rodilla y en la realización de una resonancia magnética.

El tratamiento debe ser individualizado y dependerá de muchos factores. En algunos casos es viable el tratamiento conservador sin operar, con la realización de ejercicios específicos y toma de tratamientos específicos, más común en la lesión de los ligamentos laterales donde el tiempo de evolución para la recuperación está en torno a los 3-4 meses,. La fisioterapia, los ejercicios de fortalecimientos y el tratamiento especifico de la propiocecpión (equilibrio) cobran muchísima importancia. Es poco habitual realizar reparaciones de estos ligamentos laterales de forma asilada y con más frecuencia se realizan en lesiones complejas de rodilla asociadas a lesiones de los ligamentos centrales, meniscos y otras estructuras posteriores de rodilla.

En las lesiones aisladas del ligamento cruzado es más frecuente optar por un tratamiento quirúrgico. El ligamento más comúnmente afectado es el LCA (ligamento cruzado anterior),  el cual, es un estabilizador importante de rodilla y el tratamiento quirúrgico en pacientes activos y deportistas te asegura una mayor estabilidad y mejor funcionamiento de la rodilla. El tratamiento se realiza por artroscopia y abarca desde la reconstrucción del propio LCA en pacientes jóvenes con la reinserción del mismo, hasta una ligamentoplastia o la creación de un nuevo ligamento en rodilla utilizando unos tendones, en muchas ocasiones , del propio paciente.

>VER nuestra técnica en Artroscopia de rodilla reparación del LCA

Se produce un dolor en la parte frontal y el centro de la rodilla. Puede ser provocado por muchos problemas diferentes como la condromalacia rotuliana o el reblandecimiento y descomposición del cartílago de la superficie interna articular de la rótula, la inestabilidad rotuliana con un cuadro de bloqueos y sensación de inseguridad ya que la rótula puede llegar a salirse de su sitio habitual  hacia el exterior, la rodilla de atleta o  algunas veces llamada tendinitis rotuliana y los cuadros de artrosis o desgaste avanzado en rótula.

Es importante individualizar el cuadro y analizar personalmente al paciente para dar solución a su problema específico relacionado con la rótula.

En el caso de la condromalacia rotuliana se trata de un debilidad en mayor o menor medida del cartílago. Es frecuente verlo en pacientes jóvenes sin ningún antecedente traumático que presentan dolor en ambas rodillas y las pruebas de imagen – RM- son normales. En ocasiones la condromalacia de rotula se convierte en una condropatia, en la cual el cartílago está estructuralmente dañado y este daño se clasifica según la afectación del mismo en cuatro grados. La de grado cuatro, la más grave, es una úlcera condral con pérdida completa del cartílago y exposición articular del hueso. La de grado uno es una condromalacia en la cual sin un defecto claro en la estructura el cartílago rotuliano es más blando y sensible al roce por lo que puede producir dolor. De tal manera que la condromalacia rotuliana se puede presentar en todas las edades, eso sí, en grados de lesión diferentes.

El diagnóstico se realiza correctamente en consulta con la exploración del paciente y la realización de una RM de imagen de cara a determinar el grado de lesión.

El tratamiento en la mayoría de ocasiones será conservador con la aplicación del tratamiento oportuno y personalizado, medicamento orales, infiltraciones diversas, ejercicios específicos y en algunos casos rehabilitación/fisioterapia. En algunos casos concretos indicaremos la necesidad de cirugía, la mayoría de veces realizada por artroscopia, basada en reducir el dolor de rotula por aplicación del sistema de vaporización Wear (Smith and Nethew) en el cartílago o la denervación rotuliana artroscópica o el tratamiento del daño estructural rotuliano por medio de perforaciones o sustitución del cartílago articular por artroscopia.

>VER nuestra técnica en Tratamiento artroscópico de las lesiones rotulianas

En los casos de tendinitis rotuliana se suele producir un dolor en la región anterior de rodilla,  relacionada con el ejercicio físico y se produce sobre todo en deportes de impacto o salto como el atletismo, baloncesto, …

El tratamiento se basa en el reposo deportivo, analgésicos, fisioterapia e infiltraciones locales.

En cuanto al proceso degenerativo de rótula o artrosis se explicará a continuación dentro del apartado de artrosis de rodilla

En cuanto a la inestabilidad rotuliana se produce por la combinación de diversos factores: predisposición anatómica en la cual las estructuras de tu rodilla predisponen a que se luxe la rotula,  y por causas traumáticas que empujan a la rotula hacia fuera. Es común que se produzca en gente joven y que venga precedida en la mayoría de los casos por accidentes deportivos.

El tratamiento dependerá de muchos factores pero principalmente tiene gran importancia el número de luxaciones que presenta el paciente, la edad, limitación funcional y grado de inestabilidad, es decir,  la facilidad con la que se sale la rotula. En cuanto a los tratamientos recomendados, existe la opción conservadora con rodilleras de contención y ejercicios específicos de fortalecimiento, y en caso de optar por el tratamiento quirúrgico existen diferentes opciones: la reconstrucción artroscópica del alerón interno, la osteotomía de rotación y traslación de la tuberosidad anterior de la tibia,  o como tratamiento mas utilizado actualmente, la reconstrucción del ligamento femoropatelar medial.

>VER Cirugía de inestabilidad rotuliana

El cartílago es un tejido elástico que tenemos en la rodilla que recubre las superficies óseas del contacto o fricción, y cuya función es reducir el roce y distribuir las cargas mecánicas en las distintas superficies

Se trata  de una estructura de escasa vascularización y de difícil regeneración, es decir, es fundamental su protección y evitar la pérdida para no desarrollar una artrosis de rodilla.

En gente joven se pueden producir lesiones asiladas y localizadas del cartílago articular. Por causas traumáticas en algunas ocasiones, asociadas a otras lesiones, en un esguince o torsión de rodilla. Se trata de fractura osteocondrales agudas o edemas óseos. En la mayoría de caso requieren un tratamiento conservador por medio de reposos deportivo, tratamiento médicos encaminados a mejorar la regeneración metabólica del cartílago y hueso y en ocasiones por medio de aplicación de terapias articulares con lubricantes naturales como el ácido Hialurónico o la aplicación de terapias biológicas en rodilla como el plasma rico en factores de crecimiento.

En ocasiones estas lesiones no están relacionadas con causas traumáticas y surgen de forma espontánea. Se denomina osteocondritis disecante. Se trata de una separación espontánea de un fragmento de hueso y cartílago del resto de la superficie articular. Puede asociarse a múltiples factores pero no se conocen las causas con claridad, aunque se cree que puede deberse a una interrupción del riego sanguíneo en la zona afectada. Se produce con frecuencia en edades entre los 13 y 21 años y la sintomatología se caracteriza esencialmente por la aparición de un dolor difuso en la rodilla cuando se realiza algún tipo de deporte. A medida que avanza la enfermedad, el dolor se intensifica y se localiza en la zona lateral externa o interna de la articulación. Si los fragmentos desprendidos se mantienen en las proximidades del lugar del que proceden, el dolor será leve; pero su desplazamiento a otras zonas de la articulación puede llegar a ocasionar el bloqueo de la misma y un dolor intenso.

El diagnostico se basa en la exploración de la rodilla y en la realización de una resonancia magnética.

El tratamiento debe ser individualizado y dependerá de muchos factores, en algunos casos es viable el tratamiento conservador sin operar, en gente muy joven entre los 13 y 15 años y con fragmentos ostecondrales estables, mediante la reducción de su actividad física y el control de la lesión por medio de pruebas de image , con la estabilización del fragmento en un año aproximadamente. En casos más avanzados y con el desprendimiento del fragmento o en casos en los que el fragmento se considera inestable, el tratamiento será principalmente quirúrgico mediante técnicas artroscópicas que abarcan desde la reinserción del fragmento hasta la extracción del mismo y la realización de técnicas para la recuperación del cartílago articular que abarcan: las microfracturas, mosaicoplastia,…

>VER Reparación de lesiones articulares del cartílago por artroscopia

Es una patología muy común hoy en día y afecta con frecuencia a las rodillas. Se trata de la pérdida o deterioro del cartílago en la articulación, es decir,  la almohadilla blanda que recubre los huesos que hacen el juego o movimiento articular en nuestra rodilla y que recubre el fémur, tibia y rotula.

Es un problema que en muchos casos se relaciona con la edad, aunque hoy en día es común verlo cada vez más en pacientes más jóvenes y en muchos casos se  relaciona con intervenciones previas de rodilla: cirugía previa por lesiones de menisco, fracturas,…

Produce un dolor mecánico que en muchas ocasiones altera la calidad de vida del paciente y que le produce limitaciones para caminar y hacer una vida normal y activa.

El diagnóstico será clínico y con pruebas de imagen en consulta. Habitualmente es suficiente con realizar una RX en carga de la articulación aunque en ocasiones es necesario tb realizar una RM, para valorar lesiones asociadas.

El tratamiento será individualizado y dependerá de muchos factores: edad, nivel de actividad, antecedentes médicos personales y el grado de artrosis que presenta el paciente.

Se utilizan en algunos casos terapias conservadoras con tratamiento de moduladores de la artrosis, ejercicios, fisioterapia y aplicación articular de ácido Hialurónico o terapias biológicas con PRP (plasma rico en plaquetas).

En muchos casos estará indicada la intervención quirúrgica. Existen muchas posibilidades, desde un tratamiento por artroscopia  paliativo para reducir el dolor y limpiar la articulación con el objetivo de retrasar la prótesis o una osteotomía correctora, es decir modificar el eje de la pierna para reducir la presión en la zona articular afectada. Finalmente, los pacientes que no evolucionan satisfactoriamente son sometidos a un recambio de rodilla. Esto supone el cambiar la articulación por una prótesis la cual se implanta en nuestro servicio con la ultimas técnicas mas innovadoras, con el uso de la navegación  y de la robótica.

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>>>>>>>>>>>>Artroscopia de rodilla- sistema Wolf.Link

>VER Prótesis de rodilla por navegación

El hombro es una articulación especialmente compleja en su anatomía y función y se producen muchas lesiones diferentes o combinaciones entre ellas aunque hay una serie de problemas que se repiten con especial frecuencia

¿Por qué me duele el hombro?

Hoy en día gracias a los avances logrados en el diagnóstico de las lesiones y en el uso de técnicas poco invasivas y de última generación, somos capaces de resolver la mayoría de problemas que se dan en el hombro. Incluso en casos de lesiones muy avanzadas a nivel articular el remplazo protésico proporciona buenos resultados.

Entre las causas más frecuentes de dolor de hombro destacan los movimiento repetidos de una articulación potencialmente fácil de lesionar, los microtraumatismos o esfuerzos producidos por el deporte y también los traumatismos directos sobre la propia articulación, aunque en algunos casos el paciente no refiere antecedente alguno.

En nuestra unidad somos expertos en el tratamiento de lesiones deportivas de hombro y en especial en lesiones relacionadas con la escalada.

VER Lesiones de escalada

Que debemos hacer cuando nos duele el hombro:

En primer lugar dependerá de si se ha producido tras una caída o de si se trata de una lesión que ha aparecido de forma progresiva.

En las lesiones traumáticas más incapacitantes hay que realizar, una radiografía y en muchas ocaones muy recomendable una resonancia magnética nuclear para descartar fracturas de hueso, luxaciones, lesiones de tendones, ligamentos o del labrum, entre otras.

Si el dolor ha aparecido progresivamente, pero no es muy limitante, el simple hecho de bajar el ritmo, los antiinflamatorios no esteroideos y ejercicios suaves de movilidad y fuerza pueden ser suficiente. .En el caso de que con los ejercicios o analgésicos no sea suficiente es necesario que el paciente acuda a nuestra consulta para realizar una correcta valoración de su problema y con un diagnóstico concreto se decida el tratamiento preciso. En ocasiones el pacientes será derivado a  rehabilitación y/o fisioterapia que puede ser  de gran ayuda en casos determinados.

Las infiltraciones pueden ser muy eficaces en los casos más leves de inflamación de los tendones, pero no lo son tanto cuando hay una rotura completa de un tendón o del labrum, en cuyo caso la solución será una intervención quirúrgica.

Hay que tener de nuevo muy presente que las causas de dolor de hombro son muchas y que algunas de ellas no son fáciles de identificar. La consulta , el análisis de su caso , el diagnóstico y las recomendaciones sobre el tratamiento son fundamentales y es exactamente lo que ofrecemos en nuestra unidad.

En ocasiones el reposo es importante y se recomienda después de un esfuerzo o un traumatismo que hayan generado dolor e inflamación, pero a menudo no debe ser un reposo.

absoluto pues éste conduce a la rigidez y la atrofia muscular que después va a costar mucho recuperar.

En la mayoría de los casos, , se trata de hacer un reposo activo en el que se van introduciendo semana a semana ejercicios suaves de movilidad del codo, movimientos de péndulo, elevación del brazo con ayuda y, al final, ejercicios de fortalecimiento. Dichos ejercicios de potenciación de la musculatura del hombro y la escápula -ya sea con gomas, poleas o en piscina- y tener los hombros en una posición correcta hacia detrás, son altamente recomendables en casi cualquier problema de esta articulación.

Consejos para prevenir el dolor de hombro

Se recomienda, en la medida de lo posible, evitar los movimientos repetitivos, manipulación de cargas excesivas, fomentar la ergonomía y una buena actitud postural, y ante cualquier duda preguntar a un profesional especialista. La preparación física y una adaptación progresiva a los esfuerzos es muy recomendable. En deportes de lanzamiento como el béisbol, sófbol, fútbol americano (quarterback) y algunas disciplinas del atletismo, hay que limitar el número de lanzamientos por temporada, especialmente a los niños, para minimizar el riesgo de crear lesiones crónicas del hombro o del codo.

Asimismo, se ha de cuidar mucho el uso de una técnica adecuada para cada tipo de deporte, ya sea de lanzamiento u otros como la natación, donde el movimiento de los brazos y hombros tiene un papel determinante.

Para aquellas personas, deportistas o no, que por su trabajo tienen que realizar esfuerzos de forma habitual con los brazos, se puede aplicar la misma filosofía de mantener una buena condición física y utilizar el sentido común buscando medidas que no lleven a la sobrecarga y la lesión, como pueden ser: cambiar de forma periódica de actividad para que no sea siempre el mismo gesto el que realizamos, dosificarse en los esfuerzos, buscar ayudas que mejoren el puesto laboral y, por último, utilizar los periodos vacacionales del año para dar descanso al hombro.

Los signos de alarma por los cuales es recomendable que solicite cita en nuestra unidad son los siguientes:

Si notas que el movimiento del hombro esta reducido, no llegas con facilidad a coger algo de una estantería, tienes dificultades para atarte el sujetador o tienes dificultad para recoger el ticket de un parking o en el peaje de la autopista

Si sufres un dolor que empeora con el reposo. Es frecuente que no puedas dormir correctamente por un dolor de hombro.

Si te notas el hombro hinchado

Si el dolor no se puede controlar con los tratamientos habituales.

Patologías:

Las patologías de hombro se clasifican por su frecuencia en diferentes tramos de edad. Entre los  problemas más habituales que se producen en hombro, exceptuando una fractura por traumatismo directo o una luxación aguda de hombro traumática, estarán los siguientes casos:

En los más jóvenes, por debajo de 30-40 años, sobre todo los más deportistas, lo más habitual son los problemas del labrum glenoideo. El dolor es más limitante con la actividad física intensa o los movimientos repetitivos. La lesión del labrum en la región superior se denomina ‘lesión de SLAP’ y es especialmente frecuente porque justo ahí se inserta la porción larga del tendón del bíceps. En ocasiones estos pacientes tienen antecedentes de inestabilidad del hombro, es decir, se les «sale» el hombro de su sitio (parcial o totalmente) y acaban lesionando todavía más el labrum y los ligamentos que mantienen esta articulación en su lugar. Es frecuente que muchos de estos pacientes activos precisen de tratamiento quirúrgico para solucionar su problema y reparar el labrum por medio de una artroscopia de hombro.

>VER Reparación artrocópica de lesión de Slap por artroscopia

En cuanto a la inestabilidad traumática y repetida de hombro, y sobre todo en pacientes jóvenes y activos, el tratamiento final también es la cirugía para la cual existen numerosas técnicas artroscópicas las cuales se deben individualizar en función de cada caso.

>VER Artroscopia de hombro en inestabilidad

Por encima de los 45-50, lo más habitual es la patología del manguito rotador, que cuando se daña produce un dolor en la cara anterior y lateral del hombro y muy a menudo asocia dolor nocturno. Los tendones pueden estar simplemente inflamados (tendinitis), presentar calcificaciones (tendinitis calcificante) o llegar a la rotura, que puede ser parcial o completa. Cuando el tratamiento conservador (mediante rehabilitación, antiinflamatorios e infiltraciones de corticoides) no es eficaz durante un tiempo,  a menudo la mejor opción es la cirugía por artroscopia.

Cuando existe rotura completa de uno o varios tendones (supraespinoso, subescapular,..) el tratamiento suele ser quirúrgico y se intenta la reparación directa por medio de la artroscopia.

>VER Reparación artroscópica de manguito rotador.

En ocasiones el diagnóstico se produce de forma tardía, con pacientes los cuales llevan mucho tiempo padeciendo dolor y los cuales, en muchas ocasiones, no han sido intervenidos en el momento oportuno. En estos casos nos vemos obligados a realizar cirugía de rescate para poder solucionar el problema del tendón. La mayoría de veces lo realizamos por artroscopia. Se trata de intentar sustituir el tendón irreparable por mallas biológicas que mantienen el humero en su sitio natural para que el hombro pueda realizar su función por medio del deltoides- reparación artroscópica de cápsula superior. O recurrir a terapias paliativas con la colocación de espaciadores articulares en forma de globo o balón. Espaciador in space colocado por artroscopia.

En el caso concreto, en el cual esta afectada la porción larga del bíceps también se debe actuar a dicho nivel realizando una tenotomía – cortando el tendón o una tenodesis, fijándolo en otra localización, ambas realizadas por artroscopia.

>VER Patologías del bíceps

Por encima de los 75 años, lo que solemos encontrar en consulta son pacientes ya con artrosis, es decir, con un desgaste articular que produce un deterioro articular avanzado y la dificultad para que la articulación pueda ser conservada con los métodos mencionados anteriormente. Puede ser  primaria, sin motivo aparente y en relación a la edad y el envejecimiento, o secundaria a la rotura de larga evolución de los tendones mencionados, secuela de fractura o infecciones,… Si el paciente está muy limitado, y los tratamientos conservadores no son eficaces con infiltraciones articulares, la prótesis de hombro ofrece excelentes resultados y una franca mejoría recuperando la función del hombro.

>VER Reparación de artrosis de hombro por medio de una prótesis invertida de hombro

Las lesiones de tobillo es frecuente que vengan precedidas de un traumatismo previo o torsión, en ocasiones relacionadas con deportes.

¿Por qué me duele el tobillo?

Es muy frecuente que la gente acuda a consultas por dolencias en el pie y en el tobillo, el dolor se puede presentar en distintas localizaciones y las causas pueden ser múltiples: traumatismos, esguinces, uso inadecuado del calzado, arco inadecuado, pisar mal, exceso de peso…

La Articulación del tobillo esta formada por una base que hace de suelo (astrágalo) y el extremo inferior de los dos huesos de la pierna (tibia y peroné) que forman la parte superior o el techo de la articulación. Los ligamentos, que conectan los huesos entre sí, estabilizan y dan soporte a la articulación. Los músculos y tendones lo mueven.

Los problemas más comunes del tobillo son las torceduras y las fracturas (huesos rotos). Una torcedura o esguince es una lesión de los ligamentos. Los esguinces pueden tardar algunas semanas o hasta varios meses en sanar completamente. Una fractura es una ruptura de un hueso. También pueden ocurrir lesiones en otras partes del tobillo como los tendones, que unen los músculos al hueso, y los cartílagos, que amortiguan los roces y los impactos de la articulación. Las torceduras y las fracturas de tobillo son lesiones deportivas comunes.

Que debemos hacer cuando nos duele el pie o tobillo:

En primer lugar dependerá de si se ha producido tras traumatismo, caída, torcedura puntual o de si se trata de una lesión que ha aparecido de forma progresiva.

A) En las lesiones traumáticas más incapacitantes hay que realizar, una radiografía y en muchas ocasiones muy recomendable una resonancia magnética nuclear para descartar fracturas de hueso, luxaciones, lesiones de tendones, ligamentos o del cartilago entre otras.

B) Si el dolor ha aparecido progresivamente, pero no es muy limitante, el simple hecho de bajar el ritmo, los antiinflamatorios no esteroideos y ejercicios suaves de movilidad y fuerza pueden ser suficiente. En el caso de que con los ejercicios o analgésicos no sea suficiente es necesario que el paciente acuda a nuestra consulta para realizar una correcta valoración de su problema y con un diagnóstico concreto se decida el tratamiento preciso.

Las infiltraciones pueden ser muy eficaces en los casos más leves de inflamación de los metatarsianos, dolor leve producido por un neuroma de Morton o en casos de una fascitis plantar que no responde a antiinflamatorios orales pero en el caso de no resultar efectivas la solución será una intervención quirúrgica.

Hay que tener de nuevo muy presente que las causas de dolor de pie son muchas y que algunas de ellas no son fáciles de identificar. La consulta , el análisis de su caso , el diagnóstico y las recomendaciones sobre el tratamiento son fundamentales y es exactamente lo que ofrecemos en nuestra unidad.

En ocasiones el reposo es importante y se recomienda después de un esfuerzo o una marcha prolongada que hayan generado dolor e inflamación.

En la mayoría de los casos, se trata de hacer un reposo activo en el que se van introduciendo semana a semana ejercicios suaves, baños de contraste de temperatura, estiramientos progresivos de la zona plantar

Consejos para prevenir el dolor de pie:

  • Se recomienda, en la medida de lo posible, evitar calzados inadecuados, estirar correctamente después de realiza ejercicio físico, cuidar y evitar el sobrepeso
  • Asimismo, se ha de cuidar mucho el uso de una técnica adecuada para cada tipo de deporte,
  • Los signos de alarma por los cuales es recomendable que solicite cita en nuestra unidad son los siguientes:
  • Si tienes un dolor en el pie que te impide caminar y no desaparece con el reposo.
  • No soportas el calzado y eres incapaz de ponerte cualquier zapato-
  • Si tengo rozaduras o durezas que además me producen dolor.
  • Si sufres un dolor que empeora con el reposo.
  • Si te notas el pie hinchado
  • Si el dolor no se puede controlar con los tratamientos habituales.

Patologías:

Es una de las lesiones más comunes. Se relaciona con una torcedura más o menos grave del tobillo. Podrá afectar a la parte lateral con más frecuencia o a la medial en la cual los ligamentos son más resistentes y se lesiones en menos casos. Existen grados para su clasificación, los grados leves serán tratados de forma conservadora mediante terapias locales, fisioterapia y ejercicios. En los casos más graves, se puede optar por una solución quirúrgica. Esta será más común cuando se producen esguinces repetidos que provocan una inestabilidad articular, es decir, el paciente siente que el tobillo se tuerce con extremada facilidad. En ese caso, se analizarán las lesiones especificas de los ligamentos, se complementará con una resonancia magnética y se planificará el tratamiento. En muchas ocasiones y en pacientes activos se procede a la solución quirúrgica, la cual consiste en reparar los ligamentos.

>VER Nuestra técnica para la inestabilidad de tobillo.

Se trata de un síndrome producido en la articulación del tobillo por la fricción, roce o choque de estructuras bien en la zona anterior o posterior, que producen dolor y a su vez dificultad para realizar los movimientos del tobillo.

Puede ser producido por estructuras blandas,  muy comúnmente en la región anterior y como consecuencia de una secuela de un esguince de tobillo, en el cual, el ligamento tras lesionarse cura de tal manera, que produce un engrosamiento o endurecimiento del ligamento que se interpone normalmente en la articulación a la hora de realizar movimientos de flexión y extensión. El paciente puede estar muy incapacitado y limitado, incluso para caminar. En ocasiones es posible solucionarlo con infiltraciones locales para reducir la inflamación y el volumen del ligamento asociando un tratamiento con fisioterapia. En caso contrario, si ha pasado cierto tiempo y no ha mejorado el proceso,  el tratamiento es mediante cirugía. Se realiza una artroscopia de tobillo para eliminar el tejido que produce la fricción.

En ocasiones tb se produce un Inpingement o roce por choque óseo en la zona anterior del tobillo. Se produce con frecuencia en paciente que han padecido múltiples esguinces de tobillo. La zona superior de la articulación la tibia, produce una especie de tejavana-hueso que impacta con el astrágalo cuando intentamos realizar la flexión dorsal (llevar el pie para arriba). El tratamiento consiste en resecarlo por artroscopia para eliminar el hueso sobrante y de esa manera, la articulación pueda realizar el movimiento con normalidad.

>VER Artroscopia de tobillo

Generalmente se resumen en tendinitis – inflamación tendinosa relacionada con actividades deportivas o marchas relativamente prolongadas o la rotura del tendón de Aquiles.

La rotura del tendón de Aquiles es una lesión que afecta laparte trasera de la pantorrilla. Ocurre principalmente en las personas que practican deportes recreativos, pero puede sucederle a cualquiera. Si estiras excesivamente el tendón de Aquiles, puede desgarrarse (romperse) total o parcialmente.

Si el tendón de Aquiles se desgarra, es posible que oigas un chasquido, seguido inmediatamente de un dolor agudo en la parte trasera del tobillo y la pantorrilla, que probablemente afecte a tu capacidad de caminar correctamente. Con frecuencia, se realiza cirugía para reparar la rotura. Sin embargo, para algunas personas, el tratamiento no quirúrgico también funciona y aporta buenos resultados.

Las tendinitis por sobreuso se tratan con reposo, aines, fisioterapia y readaptación de la practica deportiva. En ocasiones aplicamos infiltraciones biológicas con PRPs o aporte de colageno + acido hialurónico. La realización de un estudio de biomecánica y el uso de plantillas especificas para su actividad física es recomendable.

La cola del astrágalo se encuentra formada por dos tubérculos, uno medial y otro lateral. Este último es de mayor tamaño y en ocasiones, no se encuentra unido al astrágalo, formándose un hueso accesorio conocido como os trigonum o hueso accesorio.

El síndrome de la cola del astrágalo se produce por un traumatismo con flexión plantar forzada del tobillo, que puede tener lugar de forma aguda o por microtraumatismos repetidos.

En la exploración, el paciente presenta dolor a la palpación en la zona.

En ocasiones con reposo e infiltraciones asiladas el dolor mejora. En caso contrario, es necesaria la realización de una artroscopia de la zona posterior del tobillo parar resecar el hueso accesorio.

En ocasiones no existe tal hueso accesorio y el engrosamiento del ligamento posterior o el roce del propio astrágalo, produce una irritación del tendón del dedo gordo, el cual atraviesa el tobillo por esa zona posterior para dirigirse a la planta del pie.

El tratamiento será el mismo – conservador o liberar el trayecto del tendón que se hace por artroscopia

>VER Artroscopia de la región posterior del tobillo

La articulación del tobillo es especialmente vulnerable a este tipo de lesiones por tratarse de una articulación sinovial con gran movilidad, sometida a un elevado riesgo de traumatismos, impactos y torceduras, y sobre todo, por el papel que desempeña a la hora de soportar las carga de nuestro cuerpo. Estas lesiones pueden ser localizadas, presentarse en forma de osteocondritis y afectar sobre todo a gente joven, o tratarse de lesiones más difusas y aparecer en edades más avanzadas asociadas a procesos de desgaste.

En cuanto a las lesiones osteocondrales localizadas se puede producir en la zona lateral del astrágalo, normalmente asociadas a un esguince de tobillo importante, que en el momento de la torcedura, de forma traumática impacta y produce la fractura de un fragmento óseo con cartílago, o las no relacionadas con traumatismos, que se producen de forma espontánea y se localizan en la región medial interna del astrágalo.

El tratamiento al igual que en la rodilla dependerá de cada caso y de la evolución del mismo.Los factores a tener en cuanta son la edad del paciente, el tiempo de evolución, la causa y el tamaño del fragmento. Cuando el tratamiento conservador fracasa, la solución será la cirugía, que dependerá del tamaño del fragmento,  de si está suelto o no, y sobre todo de su localización, para poder abordarlo por medio de una artroscopia de tobillo o por abordaje abierto, con osteotomía de maléolo interno y exposición articular directa.

>VER Lesiones de cartílago

En las dolencias del pie, no suele existir trauma previo y en muchas ocasiones el paciente no lo relaciona con nada en concreto.

¿Por qué me duele el pie?

Es muy frecuente que la gente acuda a consulta por dolencias en el pie y en el tobillo. El dolor se puede presentar en distintas localizaciones y las causas pueden ser múltiples: traumatismos, esguinces, uso inadecuado del calzado, arco inadecuado, pisar mal, exceso de peso…

Se trata de una zona muy delicada formada por muchos huesos, ligamentos y tendones los cuales sufren múltiples lesiones a lo largo de la vida que atraen a un número importante de pacientes a nuestra consulta .La edad, antecedentes familiares, el sobrepeso y el uso especifico y correcto del calzado son factores importantes. Entre las lesiones mas comunes y las consultas más frecuentes en relación a los problemas del pie nos encontramos con las siguientes lesiones.

CIRUGÍA PERCUTANEA DEL PIE

Nosotros utilizamos la cirugía percutánea para el tratamiento de la mayoría de los problemas de los pies.

La cirugía percutánea del pie es un método quirúrgico que nos permite realizar intervenciones a través de incisiones mínimas de unos 2-3 mm, sin grandes heridas, con mínimo daño de las partes blandas.

Se lleva a cabo en un centro especializado, en quirófano, con anestesia local y sedación para el confort del paciente.

Se puede aplicar para  tratar muchas patologías (dedos en garra, martillo, metatarsalgia, neuroma de Morton, fascitis plantar,..) que afectan al pie, además del Hallux Valgus, ya sea pequeño o grande.

Se realizan cortes a nivel óseo para poder redirigir el dedo y colocarlo en posición correcta además de eliminar el hueso o la exóstosis sobrante. No se utilizan tornillos ni otros sistemas de fijación metálicos.

Es una cirugía absolutamente ambulatoria. Una vez finalizada la intervención en el quirófano se coloca al paciente un zapato post-quirúrgico con el que podrá caminar desde ese momento. Se realizan curas en consulta para modificar el vendaje específico durante tres semanas. En este periodo de tiempo mantendrá el zapato post-quirúrgico y a partir del mes utilizará calzado normal de manera progresiva.

La incorporación a la actividad laboral dependerá de la intensidad de la misma. No se podrá conducir mientras utilicemos el zapato post-quirúrgico. La actividad deportiva podrá iniciarse a las dos o tres semanas, evitando ejercicios de salto, rebote hasta pasados dos meses aproximadamente.

No se suelen operar los dos pies a la vez,  ya que aunque desde el punto de vista quirúrgico no existe ningún inconveniente, la necesidad de utilizar el zapato de suela rígida post-quirúrgico genera una mayor dificultad a la marcha y con los dos pies operados resultaría muy difícil.

Se trata de una técnica que se lleva aplicando desde hace  mucho tiempo con resultados excelentes y que aportan muchas ventajas en la recuperación del paciente.

CPA, artículos, presentaciones percutánea.

Que debemos hacer cuando nos duele el pie o tobillo:

En primer lugar dependerá de si se ha producido tras traumatismo, caída, torcedura puntual o de si se trata de una lesión que ha aparecido de forma progresiva.

A) En las lesiones traumáticas más incapacitantes hay que realizar, una radiografía y en muchas ocasiones muy recomendable una resonancia magnética nuclear para descartar fracturas de hueso, luxaciones, lesiones de tendones, ligamentos o del cartilago entre otras.

B) Si el dolor ha aparecido progresivamente, pero no es muy limitante, el simple hecho de bajar el ritmo, los antiinflamatorios no esteroideos y ejercicios suaves de movilidad y fuerza pueden ser suficiente. En el caso de que con los ejercicios o analgésicos no sea suficiente es necesario que el paciente acuda a nuestra consulta para realizar una correcta valoración de su problema y con un diagnóstico concreto se decida el tratamiento preciso.

Las infiltraciones pueden ser muy eficaces en los casos más leves de inflamación de los metatarsianos, dolor leve producido por un neuroma de Morton o en casos de una fascitis plantar que no responde a antiinflamatorios orales pero en el caso de no resultar efectivas la solución será una intervención quirúrgica.

Hay que tener de nuevo muy presente que las causas de dolor de pie son muchas y que algunas de ellas no son fáciles de identificar. La consulta , el análisis de su caso , el diagnóstico y las recomendaciones sobre el tratamiento son fundamentales y es exactamente lo que ofrecemos en nuestra unidad.

En ocasiones el reposo es importante y se recomienda después de un esfuerzo o una marcha prolongada que hayan generado dolor e inflamación.

En la mayoría de los casos, se trata de hacer un reposo activo en el que se van introduciendo semana a semana ejercicios suaves, baños de contraste de temperatura, estiramientos progresivos de la zona plantar

Consejos para prevenir el dolor de pie:

  • Se recomienda, en la medida de lo posible, evitar calzados inadecuados, estirar correctamente después de realiza ejercicio físico, cuidar y evitar el sobrepeso
  • Asimismo, se ha de cuidar mucho el uso de una técnica adecuada para cada tipo de deporte,
  • Los signos de alarma por los cuales es recomendable que solicite cita en nuestra unidad son los siguientes:
  • Si tienes un dolor en el pie que te impide caminar y no desaparece con el reposo.
  • No soportas el calzado y eres incapaz de ponerte cualquier zapato-
  • Si tengo rozaduras o durezas que además me producen dolor.
  • Si sufres un dolor que empeora con el reposo.
  • Si te notas el pie hinchado
  • Si el dolor no se puede controlar con los tratamientos habituales.

Patologías:

La fascitis plantar es una enfermedad que se produce por la inflamación de la fascia plantar, es decir, el tejido fibroso que rodea la musculatura intrínseca del pie y que va desde el calcáneo (talón) hasta los dedos. Esta estructura tiene una función esencial en el caminar, pues es una de las principales responsables de mantener el arco plantar, absorber y devolver la energía que se produce cuando el pie impacta contra el suelo. Además, se encarga de proteger los metatarsianos evitando un exceso de flexión de los dedos. Su incidencia es elevadísima, de hecho, es raro encontrar a alguien que no haya padecido un cuadro de fascitis en el pie a lo largo de su vida.

La inflamación de esta estructura se puede producir por múltiples causas y es importante que cuando el paciente acude a nuestra consulta se avalorado correctamente para poder identificar esas causas de cara al correcto tratamiento de la fascitis.

Esta lesión resulta muy dolorosa. Durante los primeros meses el dolor es matutino y aparece al levantarse y dar los primeros pasos. Después se instaura de forma permanente y pasa a ser latente durante toda la actividad diaria. Por tanto, tiene un impacto muy negativo en la calidad de vida porque no permite desempeñar la actividad física habitual debido al dolor que genera. Esto también puede tener implicaciones emocionales, ya que hay muchas personas que utilizan el deporte para disminuir la ansiedad y el estrés y ante una fascitis plantar muchas veces hay que suprimir la actividad deportiva.

Entre las causas, se encuentran causas generales, como el sobrepeso, el grado de intensidad de la actividad física que realizamos o utilizar un calzado poco adecuado. Pero además todo esto esta íntimamente relacionado con la forma del pie. Pueden existir otras causas biomecánicas o aparecer debido a la forma del pie. Por ejemplo, pies que tienen la bóveda plantar muy aplanada, aquellos que presentan un aumento en la rigidez o un acortamiento en determinados músculos.

El síntoma principal de esta lesión es el dolor que se produce en la zona interna del talón, la parte en la que se inserta la fascia plantar, y que suele manifestarse más intensamente por las mañanas debido a la rigidez matutina de la fascia que por la noche se acorta.

El dolor suele ir acompañado de hinchazón leve, enrojecimiento y sensibilidad en la parte inferior del talón.

El diagnóstico de la fascitis plantar se lleva a cabo realizando una historia clínica y una exploración física, RX para valorar la asociación con un espolón o la formación de un pico óseo en el talón, el cual no es causa directa del dolor pero si forma parte del proceso.

El tratamiento, además de las medidas básicas como el reposo, antiinflamatorios,…se valorará  la necesidad de vendajes funcionales, estiramientos, revisión del calzado, plantillas podológicas a medida, fisioterapia, etc.

En casos refractarios al tratamiento conservador y previo a la intervención quirúrgica la cual realizaremos como ultimo recurso en nuestro servicio tenemos amplia experiencia con el tratamiento mediante Rizolisis- radiofrecuencia con resultados espectaculares en la fascitis plantar.

>VER Rizolisis Fascitis plantar

La fascitis plantar se puede prevenir utilizando un calzado adecuado, no sobrepasando el umbral de carga de nuestra fascia plantar y en algunas ocasiones utilizando plantillas ortopédicas especificas.

Fernando Ferreras en Quiron Salud Vitoria – Unidad de biomecánica del pie

Es una lesión al nervio que se encuentra entre los dedos de los pies, la cual causa engrosamiento y dolor. Comúnmente afecta el espacio entre el 3º y 4º dedos pero tb se puede localizar entre el 2º y 3º.

La causa exacta se desconoce. Los médicos creen que lo siguiente puede jugar un papel en el desarrollo de esta afección el Uso zapatos apretados y tacones altos con un posicionamiento anormal de los dedos, alteración del arco del pie,…  El neuroma de Morton es más común en las mujeres que en los hombres.

Produce un dolor muy molesto en la región anterior del pie normalmente a la marcha, obliga en ocasiones al paciente a detenerse y el paciente menciona la necesidad en situaciones determinadas de retirar el calzado. Es común que se siente hormigueos en los dedos implicados. El paciente es correctamente estudiado cuando acuda nuestra consulta por este tipo de problemas y la resonancia magnética confirmara las sospechas.

El tratamiento más comúnmente aplicado en nuestro servicio para solución definitiva del cuadro sin precisar cirugía es la rizólisis.

>VER Link rizólisis neuroma de Morton

¿Qué son los juanetes?

El Hallux Valgus, comúnmente conocido como juanete, es una compleja deformidad que afecta al primer dedo del pie, viéndose afectados por tanto el primer metatarsiano junto con sus dos sesamoideos, el primer dedo y la articulación metatarso falángica.  Pese a que vulgarmente se denomina a esta deformidad «juanete», el juanete realmente es la manifestación clínica más frecuente y visible del Hallux Valgus y se corresponde con la proliferación ósea (exóstosis),  que se  localiza nivel medial de la articulación.

En el Hallux Valgus se combina la desviación del primer dedo (Hallux) alejándose de la línea media del cuerpo (abducción) con cierta rotación del mismo en el plano frontal (valgo). Por otra parte, el primer metatarsiano se desvía aproximándose a la línea media del cuerpo (aducto) y rota en varo (metatarsus varus). Esto provoca una incongruencia articular que da como resultado una luxación de la 1ª articulación metatarso falángica, viéndose afectadas el resto de estructuras anatómicas localizadas a este nivel, incluyendo la cápsula articular, los ligamentos colaterales, los sesamoideos y todos los músculos, tanto intrínsecos (que se originan e insertan en el pie) como extrínsecos (que se originan en la pierna y se insertan en el pie) que estabilizan o facilitan el movimiento de la articulación.

¿Cuál es el origen de esta patología?

Se trata de una deformidad de origen multifactorial, aunque en la mayoría de los casos existe como denominador común un déficit mecánico de base. Dicho de otro modo, la forma en que el pie funciona durante la marcha es anómala y favorece que los diferentes segmentos óseos se vayan deformando como consecuencia de la carga y la función mecánica a la que está sometido.

¿Es más frecuente en hombres o en mujeres? ¿Por qué?

La deformidad afecta mayoritariamente al género femenino y los distintos factores que justifican este hecho, como pueden ser el uso de un calzado poco adecuado (zapatos de horma más estrecha con elevado tacón)  o el aumento de laxitud articular de las mujeres de forma general y durante determinadas etapas de su vida (embarazo, menopausia…) son algunas de las líneas de investigación en auge actualmente.

¿Cuándo se debe intervenir?

El tratamiento del Hallux Valgus depende del grado de deformidad, la edad, la actividad del paciente y las manifestaciones clínicas presentes. Podría distinguirse entre tratamiento preventivo / conservador y tratamiento quirúrgico.

El tratamiento quirúrgico del Hallux Valgus está indicado cuando las manifestaciones clínicas (dolor, artrosis de la articulación, afectación a otros niveles del pie como Metatarsalgia, dedos en garra secundarios, afectación a otros niveles del aparato locomotor como dolor de rodilla o cadera relacionado con el déficit propulsor, etc.) indiquen la necesidad de corregir la deformidad y  mejorar la función del pie. En ningún caso está recomendado intervenir un Hallux Valgus por simples criterios estéticos.

La elección de una técnica u otra depende de los hallazgos clínicos que se encuentren, así como de los datos obtenidos por medio de las pruebas complementarias, fundamentalmente radiologías convencionales en distintas proyecciones. Es absolutamente fundamental realizar una correcta valoración clínica de la deformidad, lo que incluye explorar biomecánicamente el pie en su conjunto y en particular, hacer un esfuerzo por comprender el funcionamiento anómalo del primer dedo.

La metatarsalgia es el dolor o inflamación en la zona del metatarso o cabezas de los dedos, entre el tarso y los dedos. El dolor es mas frecuente en las cabezas de los metatarsianos centrales (2º y 3º dedos) pero pueden doler las cabezas de los cinco dedos. En caso de no tratarse, la inflamación y el dolor aumentan, provocando molestias a veces invalidantes.

Entre las causas, se encuentran causas generales, como el sobrepeso, el grado de intensidad de la actividad física que realizamos o utilizar un calzado poco adecuado. Pero además todo esto esta íntimamente relacionado con la forma del pie. Pueden existir otras causas biomecánicas o aparecer debido a la forma del pie. Por ejemplo, pies que tienen la bóveda plantar muy aplanada o paciente que padecen un pie cavo con un arco sobredimensionado y unos metatarsianos excesivamente verticales.

Una vez el paciente acude a nuestra consulta es correctamente valorado, se realiza un estudio en podoscopio, radiografías en carga  y se debe realizar un diagnóstico diferencial para valorar o descartar la existencia de un Neuroma de Morton o una fractura por estress.

Unas plantillas adecuadas para cada persona garantizan la desaparición del dolor (que no la corrección del problema) y que podamos llevar una vida activa y plena sin ningún tipo de molestia en prácticamente la totalidad de los casos.

En nuestro Hospital y en colaboración directa con el servicio de biomecánica del Dr. Ferreras se realiza el estudio personalizado de cada paciente y se realizan plantillas personalizadas con las técnicas más avanzadas del mercado.

Los casos en los que el tratamiento conservador no es efectivo se puede tratar su problema mediante cirugía. Utilizamos la cirugía percutánea no invasiva para el tratamiento de este problema.

>VER Cirugía percutánea del pie

Las deformidades más habituales son los dedos de los pies en martillo, en garra y en maza. Son dedos de los pies que están doblados en una dirección particular. Pueden verse raros o doler, o ambas cosas. Estos problemas casi siempre suceden en los cuatro dedos más pequeños, no en el dedo gordo.

Un dedo del pie en martillo se dobla hacia el suelo en la articulación media del dedo. Esto hace que la articulación media del dedo del pie se eleve. Suele afectar al segundo dedo del pie. Los dedos de los pies en martillo a menudo ocurren con los juanetes .

El dedo del pie en garra suele afectar los cuatro dedos más pequeños al mismo tiempo. Los dedos del pie se doblan para arriba en la articulación donde los dedos se unen con el resto del pie y se doblan hacia abajo en las articulaciones del medio y en las articulaciones más cercanas a la punta de los dedos. Esto hace que los dedos del pie se curven hacia el suelo.

Un dedo del pie en maza, se dobla hacia abajo en la articulación más cercana a la punta del dedo. A menudo afecta al segundo dedo del pie, pero también puede ocurrir en los otros dedos.

Estos problemas de los pies se forman a lo largo de los años y son comunes en los adultos. Las mujeres se ven más afectadas que los hombres porque tienden más a usar zapatos con punta más estrecha o tacones altos.

Produce dolor con frecuencia, sobre todo,  por producir dificultades para encontrar zapatos que calcen bien.

En nuestra consulta encontrará el diagnóstico especifico de su deformidad y la solución al problema.

En los casos en los que el dedo se deforma de una manera irreductible y el dolor con el uso del calzado es continuo, será necesaria la intervención quirúrgica optando por la técnica adecuada y especifica para cada caso con el objetivo de eliminar el dolor y corregir la posición del dedo.

La muñeca, la mano y los dedos tienen la capacidad de hacer una gran variedad de movimientos. Sin embargo, la mayor parte del movimiento y la fuerza de la mano y los dedos, en realidad, dependen de los músculos del antebrazo.

¿Por qué me duele la muñeca o la mano?

La muñeca, la mano y los dedos tienen la capacidad de hacer una gran variedad de movimientos. Sin embargo, la mayor parte del movimiento y la fuerza de la mano y los dedos, en realidad, dependen de los músculos del antebrazo. Dado que la muñeca y la mano tienen poca protección, sus huesos tienen más probabilidades de fracturarse que otros huesos del cuerpo. De igual modo, el uso excesivo y los movimientos repetidos pueden tener repercusiones sobre la mano y la muñeca, y causar diversas afecciones como tendinitis y síndrome del túnel carpiano.

Patologías:

La tendinitis en la muñeca, la mano y los dedos de la mano se produce por uso excesivo o por movimientos repetidos. Los síntomas pueden incluir dolor, hipersensibilidad, hinchazón  y limitación del movimiento. El dolor por tendinitis en la muñeca puede bajar hasta los dedos de la mano, o subir hasta el codo. La tendinitis en los dedos de la mano puede afectar uno o más dedos a la vez. Puedes sentir un dolor constante o sólo con ciertos movimientos. El área alrededor del tendón puede estar muy sensible. Puedes notar un crujido cuando doblas o flexionas el dedo o la muñeca. El tratamiento se basa en el reposo, los antiinflamatorios y la fisioterapia especifica.

Los gangliones son quistes blandos, llenos de líquido, cerca de tendones o articulaciones. Suelen ser inocuos, pueden causar  dolor o molestias,o ser asintomáticos,  y normalmente desaparecen con el tiempo. Se desconoce la causa de casi todos los gangliones. Solo se tratan en los casos en los que producen sintomatología, sobre todo dolor. En nuestra unidad realizamos la extirpación de la lesión con diferentes técnicas y en el caso de la muñeca normalmente lo hacemos por artroscopia sin necesidad de realizar cirugía abierta.

El síndrome del túnel carpiano es una afección causada por presión sobre el nervio mediano en la muñeca cuando pasa por un «túnel» acompañando otras estructuras como tendones. El síndrome del túnel carpiano produce dolor, que puede irradiar hacia la mano y el antebrazo. Puedes sentir entumecimiento y hormigueo en los dedos, en especial el pulgar, el índice y el dedo medio, y pérdida de la fuerza en la mano. Se te pueden caer los objetos a menudo, o incluso despertarte por la noche debido al hormigueo y el entumecimiento en la mano. El tratamiento apropiado dependerá del grado de afectación del nervio y en casos moderados o avanzados y cuando la clínica es clara, el tratamiento es la intervención quirúrgica.

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El fibrocartílago triangular es una estructura fibrocartilaginosa que se sitúa en la muñeca separando el radio y cubito del resto de huesoso carpiano y formando un complejo con los ligamentos que existen en la muñeca. De esa manera actúa como hamaca, estabilizando y amortiguando los movimientos. Funcionalmente el FCT actúa como un importante estabilizador de la articulación radio cubital inferior, limitando la desviación cubital y evitando el choque entre el piramidal y la cabeza del cubito y separando el carpo de los huesos del antebrazo.

Es frecuente su lesión, muchas veces por traumatismos, torsiones o gestos bruscos con la muñeca, asociada a diferentes deportes, entre ellos y con frecuencia importante, la escalada.

Se producen desgarros a en distintas zonas del FCT pero cuando estos se localizan en el extremo, en la inserción cubital del mismo,   esta estructura pierde su tensión, el efecto hamaca y deja de realizar su función con normalidad, no amortigua ni estabiliza. El paciente acude a nuestra consulta y con una exploración correcta y una confirmación mediante una RM, se procederá a su tratamiento. El tratamiento, sobre todo en roturas traumáticas y en pacientes activos con dolor y limitados para se deporte o trabajo, es la cirugía. Esta se realiza con una artroscopia de muñeca para la reparación de su lesión del FCT.

>VER Artroscopia de muñeca- reparación del FCT

La artrosis del pulgar, rizartrosis o artrosis trapecio metarcapiana es el desgaste de la articulación de la base del pulgar. Se trata de un proceso que avanza hasta limitar de forma importante los movimientos y la función del pulgar. De esta manera imposibilita el realizar movimientos básicos para la mano como la pinza y en casos avanzados, la mano se deforma produciéndose un pulgar en Z.

El tratamiento va encaminado a aliviar el dolor, frenar la evolución de la enfermedad y mejorar la funcionalidad de la mano. Con ello se consigue mejorar la calidad de vida de la persona. Y retrasar lo máximo posible un abordaje quirúrgico. Por un lado hay fármacos (analgésicos, antiinflamatorios, corticoides o la administración de sustancias como el ácido Hialurónico) que van dirigidos a aliviar el dolor y frenar el daño en el cartílago que produce la rizartrosis del pulgar. Otra opción es el uso de órtesis y férulas y fisioterapia.

Cuando fracasan todas estas opciones, hay que recurrir a la cirugía. El tratamiento a realizar será individualizado, en determinadas situaciones, optamos por una artroscopia de la base del pulgar y en otros casos, nos decantamos por una cirugía abierta para realizar la resección del trapecio y la estabilización articular por medio de una plastia tendinosa.

Es un engrosamiento y estrechamiento (contractura) indoloros de los tejidos blandos bajo la piel de la palma y dedos de la mano. Afecta a las fascia palmar. La causa se desconoce. La contractura de Dupuytren se desarrolla en personas con predisposición genética.

Los síntomas característicos incluyen la formación de un nódulo en la palma de la mano y con el tiempo, la retracción de los dedos.

Se establece el diagnóstico basándose en la exploración física de la mano.

El tratamiento es quirúrgico, en el momento en que la mano comienza a retraerse y consiste en resecar o eliminar la fibrosis o tejido enfermo, para que el paciente pueda volver a estirar la mano y los dedos.

En el dedo en gatillo (tenosinovitis del flexor digital), un dedo de la mano queda bloqueado en una posición flexionada. El dedo se bloquea cuando uno de los tendones que lo flexionan se inflama y se hincha, produciendo por lo general un área apreciable redonda y elevada (nódulo) en la palma. La inflamación y la hinchazón pueden causar dolor en la palma de la mano y en la base del dedo, especialmente cuando el dedo está flexionado y extendido.

Su tratamiento consiste en infiltrar el dedo que se bloquea para liberarlo o en los casos que no funciona o se repiten, se procede a un tratamiento quirúrgico sencillo el cual consiste en, por medio de una pequeña incisión, abrir la polea en la cual el tendón se atasca.

Se trata de una patología especifica como lesión deportiva de escalada. En nuestra unidad somos expertos en el tratamiento de esta patología.

Raro el escalador que lleve tiempo practicando escalada,  que haya intentado exprimir sus límites, y que no haya sufrido alguna lesión en sus dedos. Entre los escaladores, este tipo de lesiones son muy habituales. De ellas, las lesiones de las poleas son las más comunes.

Nosotros en colaboración con un servicio de fisioterapia especifica tratamos este tipo de lesiones en nuestra unidad. El tratamiento ha realizar dependerá del grado de lesión y de la funcionalidad del dedo a raíz de la lesión. En muchos casos optamos por el tratamiento quirúrgico el cual proporciona excelentes resultados y consigue volver al deportista implicado a su nivel previo.

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